Love is War

dsfsdfsdfsd Perdón ;3; la verdad es que quería subir lo antes posible este capítulo, pero a veces estoy por terminarlo y se me va la idea uwu. Bueno este fanfic iba sin lemon sin nada, así que eso que esta ahí es... porque  esta ahí xD, a medida que lo iba escribiendo fue como "deben hacer algo" por eso lo hice en general (?. Lo otro debía dejar en claro ciertas cosas uwu:

Fudai Daimyo:Eran vasallos del Shogun Tokugawa. Osea el nombre era ocupado generalmente por los altos puestos de administración de Tokuwaga.
Kabuto:El casto del Samurai.
Mempo: es el protector del rostro que usaban los samurai's en tiempos de guerra.

Capítulo 2.- "El comienzo de un final"

-Los días habían pasado y las disputas por las tierras de los Yamada ya eran cada vez peor, varías veces habían intentado entrar a los dominios y destruir o matar a la familia, pero no lo lograron ya que los soldados de la familia Yamada habían estado preparado para el Ataque, mientras que Yuto protegía con su vida a su amigo y amo, no dejándolo en ningún momento solo. El Padre de Ryosuke y Fudai Daimyo, se había enterado que uno de sus atacantes más poderosos era su propio hermano de sangre, que estaba reclamando las tierras que su Padre le había dejado al mayor de sus hijos, o sea a Fudai Daimyo, al enterarse de eso el dueño cayo en una profunda tristeza, pero quería velar por el bienestar de su familia así que decidió luchar contra su propia sangre, proteger a sus hijos y a su esposa y a todo aquel que estaba a su lado.

-Pero Padre ¿por qué simplemente no les cedes algunas de tus tierras? –Ryosuke camina apresuradamente al lado de su Padre quien iba a hablar con sus soldados para la guerra que se venía cerca-

-Porque con el siempre tuve problemas y es todo o es nada, ya sabes como son las cosas Ryosuke, tú solo debes proteger a tú madre y a tus hermanas ¿entendido? –Y así entró a una habitación, las cuales Ryosuke de reojo pudo ver a su fiel amigo ahí.

-Yuto… -Ryosuke estaba completamente preocupado por su amigo ¿por qué debía luchar por él?, simplemente quería que estuviera a su lado para siempre, Yuto simplemente era la persona más importante en su vida y quizás a causa de su Tío, lo iba a perder. Sacudió su cabeza, no debía pensar en eso y rogar porque el saldría vivo y si eso pasaba, se había jurado a si mismo decirle sobre sus verdaderos sentimientos, sin importar el qué, le diría a Yuto que lo amaba. Se dio media vuelta y camino directo a su habitación-

-Ryosuke-sama… -Yuto golpeaba con suaves golpes la puerta corrediza, al no tener respuesta simplemente entró, debía decirle que por ordenes del Fudai Daimyo, debía de estar en la guerra con sus otros compañeros, debía ser él quien le diera la noticia. Suspiró nervioso y entro, encontrando a su amigo llorando en silencio- Ryosuke-sama… -corrió a socorrer a su amigo, le partía el alma y corazón verlo de esa manera, se acercó con lentitud hasta el chico, se sentía muy mal pero con valor e ignorando su status de “caballero”, se arrodillo a su lado y miro el suelo-¿Sabes? Me duele demasiado verte así…

-Ryosuke al escucharlo sentía más pena, ¿acaso podría vivir sin escuchar esa voz que tanto le gustaba oír?, maldecía una y otra vez esa estúpida guerra, quería huir lejos con el chico que amaba sin importar el qué o el cómo, solo quería huir con el y ya. Como pudo seco sus lagrimas y se tranquilizo, pero no tenía el valor para verlo y decidió mirar el piso de su habitación- ¿Sabes? –Respondió con la misma pregunta- El culpable de que yo esté así, eres tú…

-¿E-enserio? –Ahora si que Yuto se sentía mal, saber que su mejor amigo lloraba por su culpa, le hacía derramar lágrimas por ese rostro tan bello que tenía, ahora si que se sentía de lo peor- Lo lamento, de verdad…

-No… -hizo una pequeña pausa y decidió voltear su rostro para verlo- No debes lamentar nada, soy yo el que no quiere entender nada de esto, no quiero que vayas, prefiero causarte problemas a que mi padre llegue y me diga “Lo lamento, Nakajima ha muerto” ¿Por qué no quieres entender que me harás falta? –sus ojos volvían a humedecerse con tan solo la idea de pensar que eso pasaría-

-Eso no pasará Ryosuke… -Pocas veces era las que lo llamaba solamente por su nombre, pero cuando Yuto decía su nombre, el corazón de Ryosuke se aceleraba más de la cuenta, lo hacia estremecerse por completo- Porque yo siempre deberé protegerte, y si muero no podré hacerlo…

-Vaya que eres idiota ¿no? –Ryosuke sonrió amargamente, el chico que amaba y ama era un completo idiota, pero así lo amaba- Si me proteges, en algún momento deberás morir…

-Prefiero morir en el intento, yo me prometí a mi mismo protegerte a toda costa, aunque mi vida dependiera de ello.

-¿Por qué?

-Porque eres la persona más importante en mi vida y no dejaría que nadie te tocara ni siquiera un pelo de tú cabello. –Respondió determinante y al decir aquello volteó su rostro y lo miro fijo, produciendo un escalofrío completo en el cuerpo de Ryosuke-

-Y por lo mismo, como tú también eres la persona más importante en mi vida, no quiero que te pase nada.

-Lo siento… -Yuto se había levantado del lugar de donde estaba y miro al mayor que aún miraba el piso, acercó su mano al suave cabello y lo acarició con ternura- Mañana debo estar preparado, las tropas enemigos se acercan cada vez más rápido y el Fudai Daimyo ya decidió, yo iré a luchar contra ellos y protegerlo, es mi decisión también y deberá respetarla así como yo te respeto. –Alejo su mano del cabello del chico y dio media vuelta para caminar hacía la entrada- Por cierto… ¿tú sabes por qué quiero protegerte?...

-Ryosuke estaba sumido en la tristeza, Yuto tenía razón, por mucho que el no quisiera, debería respetar su decisión, logro escuchar la pregunta, más no se dio vuelta para responderle, pero de igual manera lo hizo dándole la espalda- Porque soy tú mejor amigo y eso me hace importante… -Respondió-

-Error… -Respondió Yuto tomando la manilla de la puerta corrediza- Porque eres la persona que más amo y por eso mismo te hace ser la persona más importante en mi vida… -Dicho esto Yuto no espero nada de parte del mayor, abrió la puerta y se dispuso a salir de la habitación, dejando a Ryosuke completamente en blanco-

-¿Qué?... -¿Había escuchado bien? ¿Realmente Yuto había dicho que lo amaba?, estaba completamente aturdido, pero luego reacciono- Mañana es el día… -se levanto inmediatamente, no sabía que hacer ni pensar, había oído lo más hermoso, pero a la vez algo que lo mataba por dentro- Yuto… -dijo en un susurro antes de volver a caer de rodillas al suelo, ¿por qué se había enamorado de su mejor amigo? ¿Por qué la persona que amaba debía dar la vida por él? Si eso llegase a pasar, el se iba a morir de todas formas, se iba a morir de pena por perder al amor de su vida, a aquel amor que aún mantiene en secreto por casi 10 años y que ahora sabía que era correspondido, por nada del mundo quería perderlo.-

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-Yuto estaba ordenando la armadura que debía usar mañana, no podía negar que estaba triste, ya que si moría en guerra, moriría con honor, pero no volvería a ver al chico que amaba- Eres un tonto Yuto… -pensaba para si mismo, ¿cómo le pudo haber dicho a su amigo que lo amaba? Quizás ahora ya no quería ni verlo y mañana quería ir a verlo dormir aunque sea por última vez- Tal vez así sea mejor… podre cuidarte desde el cielo~ - Bajo la mirada, pero se asusto al sentir unos brazos rodear su cintura-

-No digas eso… tú siempre debes cuidarme y en vida, ¿es lo que te prometiste no? Como un buen caballero que eres, debes cumplir tus promesas…- Esa voz la conocía perfectamente, pero ¿Qué hacía Ryosuke a esas horas de la noche en su habitación?-

-¿Sabes que si te descubren aquí tendrás problemas?

-No me importa… -Ryosuke había abrazado con más fuerza la cintura del menor- Déjame estar así por siempre, no vayas a la guerrilla y quédate conmigo…-susurro muy bajo, en un tono en donde solo el chico alto pudiese escuchar-

-Yuto posó sus manos encima de los brazos del chico, no lograba entender lo que pasaba, pero había encontrado demasiado tiernas las palabras del chico, así que como pudo se giró y le sonrió- Ya te dije que voy a volver para poder cuidarte siempre~

-¿Por qué eres tan idiota Yuto? -Ryosuke disimuladamente había abrazado al menor por el cuello- ¿Por qué debiste haberme dicho "Te amo" a estas alturas? -lo miraba con mucha ternura y tristeza a la vez, no podía evitarlo-

-Porque quería decirlo antes de haber ido... -Podía notar la tristeza en los ojos del chico que amaba- Como también quería ir a verte antes de que despertaras, ya que mañana no podre vestirte como siempre lo hago...

-Cállate por favor Yuto... me lastimas al decir esas cosas... -bajo la mirada, quería evitar a toda costa llorar- ¿Sabes? yo pensaba decirte esto el día en que me digas "¿Ves? estoy vivo" luego de la guerrilla, pero sabes como soy, quiero pensar positivo, pero aún así yo también te lo diré, yo te quiero demasiado…-Ryosuke había ocultado su rostro en la espalda de su amigo, se sentía avergonzado, pero no iba a decir todo lo que sentía, no sabía como expresarlo, siempre le había gustado Yuto y lo ocultaba con sus malos tratos, ya que no quería que su mejor amigo se alejará por un cambio drástico- Y porque te quiero así, es por lo mucho que me gustas…

-Yuto sin poder creer lo que había escuchado, su corazón rápidamente comenzó a latir con más fuerza ¿enserio le gustaba?- Solo me dices eso para no hacerme sentir mal ¿verdad?

-No…- Y dicho eso último, Ryosuke acercó sus labios a los de su amigo, dándole un beso que no espero respuesta y comenzó a mover sus labios de inmediato. Yuto por su parte al sentir los suaves labios, que tanto tiempo había querido probar, que en solo sus sueños lo hacía, pero al fin sentía esos labios tan perfectos, respondió al cabo de unos segundos y con timidez movió sus labios, bajando sus manos hasta las caderas del mayor, si los descubrían no le importaba, estaba feliz, realmente feliz por besar al chico que amaba. Ryosuke había flexionado sus piernas y dio un leve impulso para empujar al menor, cayendo sobre el, claramente sin cortar el beso. Ambos tenían las mejillas sonrojadas y el calor en su cuerpo comenzaba a subir solo por besarse y es que ambos estaban enamorados y ya no podían ocultarlo más- Yuto…- jadeo suavemente-

-Yuto se había estremecido por completo al tener sobre él, el cuerpo del mayor y más por ese jadeo tan suave que había salido de sus labios, quería probar más, quería probar su piel, pero no se atrevía, su respeto por ese chico era increíble, tanto que tenía miedo de tocarlo- Quiero que me toques…- Escucho por parte de Ryosuke, así que lentamente fue quitándole el pijama real que traía puesto, dejando expuesto el pecho tan blanco del mayor, el cual acarició con mucha suavidad, escuchando un pequeño gemido que produjo Ryosuke, cuando uno de sus dedos llego a rozar con una de sus tetillas- Te amo Ryosuke…-Dijo también en un pequeño susurro que hizo sonrojar por completo al mayor, el cual ya comenzaba a moverse tímidamente sobre el cuerpo del chico alto-

-Si me amas tanto, entonces demuéstralo… y no vayas mañana, por favor…-Quiso escucharse suplicante, poniendo ambas manos sobre el pecho del pelinegro para moverse con más comodidad, provocando pequeños gemidos por parte de Yuto-

-Yuto ya no podía más, los besos, jadeos y movimientos comenzaban a excitarlo, escuchar esas palabras de Ryosuke, era como si fueran el fin de su mundo, no quería ir y menos ahora… pero debía protegerlo, debía hacerlo y por eso debía partir mañana. Sin aguantarse más se giró, dejando ahora a Ryosuke debajo suyo, bajo lentamente su boca hasta su cuello y le dejo un pequeño beso en el, la piel de Ryosuke era demasiado dulce, quería seguir probando así que bajo por todo su pecho, con pequeño besos, con ambas manos se fue quitando su pijama y lo dejo a un lado, ya no quería aguantar más, deseaba estar en intimidad con aquel chico tan dulce, tan indefenso, que tanto amaba en ese momento y en toda su vida. Ryosuke suspiraba y jadeaba con cada beso que Yuto dejaba en su cuerpo, quería experimentar lo que era estar con el amor de su vida y quería hacerlo ahora-

-Yuto… -volvió a decir en un susurro- Por favor...-se volvió a sonrojar, no podía decir aquellas palabras de “Por favor hazme tuyo”, le daba demasiada vergüenza, era virgen y sentía temor de todo lo que podía experimentar en ese momento tan especial, de entregarse por completo, pero algo lo hizo salir de sus pensamientos, Yuto estaba succionando una de sus tetillas, tal cual como si estuviera comiendo algo realmente delicioso, aquello lo hizo gemir no muy fuerte, ya que si lo escuchaban podrían descubrirlo y ambos podían ser castigados, pero aquello lo estaba excitando demasiado, se sentía extraño pero agradable, demasiado quizás y por todo eso que sentía sentía un leve dolor en su parte baja, en su parte más intima; intento llevar sus manos para ver que sucedía, pero fue demasiado tarde, Yuto ya lo había despojado del pantalón de su pijama y de su ropa interior, avergonzado por como estaba, su parte baja estaba completamente despierta- A-ah… Lo siento… -Rysuke cubría su rostro con ambas manos, realmente se sentía avergonzado, pero eso solo hizo que Yuto sonriera de forma tierna así que el igual quito se parte de debajo de ropa y dejo que viera su hombría igual que la de el, completamente despierta-

-Solo tú haces que se ponga así...-Había dejado atrás todo lo caballero, quería disfrutar al máximo esa noche, estaba loco de amor, ya no le importaba más nada, solo estar con su mejor amigo, el chico que le gustaba, su amor prohibido. Así que poniendo sus manos en ambas piernas, las fue separando, para quedar entremedio de estás, estaba nervioso no lo podía negar ni ocultar, pero quería hacer suyo a ese chico que no ponía oposición a nada, que estaba sonrojado por todo, así que con mucho cuidado puso la punta de su hombría en lo que era la entrada del chico castaño, se inclino solo un poco para besarlo y al obtener respuesta de Ryosuke, fue adentrándose lentamente en el-

-Un dolor punzante sentía en su entrada, claro era la primera vez que algo entraba en él, pero no le importo, trato de ignorar el dolor, pero una pequeña lagrima salía de su ojo izquierdo, era un poco de dolor, pero dolor en su corazón, ya que esa quizás sería la única vez que estaría de esa forma con su amigo, con el amor de toda su vida, de que tiene uso de razón había sentido algo especial por ese chico de cabellos negros, que con el tiempo se convirtió en ese hermoso hombre, que ahora lo estaba haciendo suyo. Veía con cada detalle, su rostro totalmente concentrado, como una gota de sudor caía por su cuello, como lo tomaba tan delicadamente de las caderas, simplemente Yuto era perfecto…-

-¿Te duele? –Dijo Yuto al mirar con una lágrima caía por la mejilla de Ryosuke, el cual este simplemente negó ante su pregunta. Sin saber que hacer solo movió sus caderas por inercia, haciendo un muy suave movimientos con ellas, haciendo encorvar la espalda de su amante, pero que no decía nada para detenerlo, así que siguió dando muy suaves embestidas, solo quería disfrutar de ese momento, que solo había imaginado una que otra vez. Los gemidos que emitía Ryosuke, eran los sonidos más hermosos que podía haber escuchado en su vida. Los gemidos se ambos se hacían presente en aquella habitación, Yuto entrando y saliendo del interior de Ryosuke y este se controlaba para no perder la razón y gritar por todo el placer que Yuto le provocaba. Llegó el clímax en ambos, Ryosuke se había ocurrido en ambos cuerpos, ya que Nakajima no había dejado solo aquel órgano del chico, y luego Yuto se corrió en el interior de Ryosuke, cayendo exhausto sobre el cuerpo del mayor-

-Yuto… Yo también te amo… por favor, te lo diré por última vez… -Ryosuke hizo una pequeña pausa, debía regular su respiración y su voz, había gemido mucho y alto, su cuerpo le dolía demasiado; cuando por fin pudo regularizar su respiración, lo abrazó por completo- Por favor no vayas y quédate conmigo…

-Ya no sabía que decir o que pensar… debía ir a toda costa, pero quería que el amor de su vida, Ryosuke, por lo menos esa noche durmiera en sus brazos y tranquilamente, nunca se perdonaría lo que iba a decir, pero debía hacerlo- Descansa… mañana despertaré a tú lado y me tendrás siempre contigo… mañana no me iré de tú lado… -desvió la mirada mintiendo, se sentía culpable, pero era la única manera de hacerlo-

-Gracias… -Ryosuke había embozado una gran sonrisa, su vida estaba completa, su amor era correspondido y estaría siempre con el, no le importaba nada más. Con lentitud fue cerrando sus ojos hasta quedar profundamente dormido, al igual que Yuto, no sin antes haber tapado su cuerpo con unas mantas-

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-Eran aproximadamente las 05.00 am de la madrugada, Yuto había despertado a la hora exacta, debía prepararse para la guerrilla; con mucho cuidado se levanto del cuerpo de su amigo y lo cubrió con muchas mantas para que este no tuviera frío alguno, se dio una ducha y se dispuso a poner su armadura de Guerra, debía encontrarse con su Padre, su hermano y los demás guerreros. Al estar listo tomo su kabuto y su mempo. Sin hacer mucho ruido fue hasta su propia cama, en el cual descansaba el cuerpo dormido de su mejor amigo, como era de costumbre acarició su mejilla y le beso por última vez los labios- Te amo demasiado Ryosuke… -susurro bajo y se dispuso a salir de su habitación para encontrarse por los demás, cerrando por completo la puerta. La verdad era que Fudai Daimyo le había pedido especialmente a el que protegiera a su hijo, el principal causante de la guerrilla era su hermano y quería matar al único heredero del Clan “Yamada” por lo que su punto principal era Ryosuke, Yuto debía enfrentar a la propia familia de sus amos, debía hacerlo y más si sabía que Ryosuke iba a morir en manos de un familiar, debía luchar y luego volver a la mansión para protegerlo a el y a su familia, pero…¿Llegaría vivo para hacerlo?, el hermano mayor del Fudai Daimyo tenía muchos aliados, prácticamente era una emboscada contra su propia familia y si llegaba hacerle algo a Ryosuke, era capaz de matarlo, el problema era que si eso pasaba, podría ser castigado, sin importar que el que haya matado haya querido asesinar a su sobrino. No debía pensar nada, estaba a minutos de salir a proteger a toda costa a la familia, a toda costa a Ryosuke. Si moría ahora no importaba, él se encargaría de buscarlo en otra vida. Y con ese pensamiento salió a guerra.

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