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-Estaba muy
pensativo, eran sus últimos días en aquel instituto que le tenía un cariño muy
especial. Estaba pensando, tal vez, en el que sería de su vida desde ahora en
adelante, estaba cansado de todo, pero más que eso, estaba algo sentimental,
era un mes algo extraño para el, estaba solo, en cuanto a sus amistades de toda
la vida, los cuales tiene un hermoso recuerdo escolar con ellos, ¿pero por qué
estaba solo?, debido a un pequeño problema, tuvo que repetir un año escolar,
viendo como sus amigos seguían adelante, no quería quedar solo, en el momento
que supo que estaría solo, quiso decirle en ese entonces, a su amigo más
cercano, “por favor no me dejes”, pero no podía hacerlo, no podía ser un mal
amigo y con una sonrisa y buenos deseos, despidió a sus amigos de esa
institución. Había pasado tanto en 3 años, el chico que le gustaba había dejado
ese instituto, claro cuando el lo había conocido estaba en 2º año, mientras que
el chico que admiraba, estaba en su último año escolar, pero esa ya es una historia
contada. Se encontraba viendo a través de una ventana, por la cual resbalaba
una gota, ya que iba a comenzar a llover, el día estaba acorde a sus
sentimientos-
-Odio noviembre…- Pensó Mitzuki. Por desastres naturales, aquel adorado instituto había sido remodelado, pero sus recuerdos seguían intactos, ya que muchos lugares con los cuales estuvo con Yuuen, seguían tal cual como estaban hacía ya 3 años atrás. Aún no estaba listo para aceptar aquel cambio, inclusive había leído un libro de autoayuda, pero eso no le sirvió de mucho, seguía siendo quizás el mismo chico débil, o tal ves no, tal ves todo lo que había pasado, y gracias al chico que aún amaba, si, aún amaba a aquel chico que hace 3 años le había robado el corazón, gracias a el, era un poco más fuerte en cuanto a fuerza de voluntad, tenía o por lo menos estaba recuperando la poca dignidad que le quedaba-
-Habían pasado años ya, de aquella confesión, de aquel primer beso, de aquella relación con la cual había estado soñando muchas noches, pero ¿por qué seguía pensando en el? ¿Por qué aún le quedaban sentimientos?, los negaba una y otra vez, se odiaba a si mismo por mantener vivos aquellos sentimientos ya que le llegaban a doler más de lo que ya le dolían en su tiempo, simplemente quería quitarse el corazón, porque aquel musculo le pertenecía solamente a el. Pero fuera de eso, ¿Qué sería de su vida ahora? Le quedaba muy poco para dejar por completo aquel instituto, pero de cualquier forma iba a seguir yendo a causa de unas clases extraescolares, quizás ya no le correspondía, pero su sensei le pedía ayuda y el gustoso había aceptado, volviendo al tema, ¿Ya había pensado en una universidad?, si, quería estudiar algo, seguir adelante, ¿pero en qué?, se sentía poca en cosa en todo, de por si su autoestima ya era baja, pero desde que todo había terminado con Yuuen, ya no tenía autoestima, no sabía si iba a poder con su carrera elegida, pero algo se le vino a la mente, “Elegiste algo con la misma rama de Yuuen”, realmente no lo había pensado así, Yuuen había ingresado a la Universidad, quería ser un sensei, quería tener alumnos, quería trabajar en ese instituto, en cambio a Mitzuki le llamaba la atención la investigación, pero también ayudar a los demás tenía un sueño, pero lo veía demasiado lejos, tenía dos opciones, pero primero debía estudiar duro para llegar a esos sueños, ¿podría ser capaz de alcanzarlo? Si el no podía, nadie los alcanzaría por el. Quería entrar a la misma universidad que Yuuen, tal ves con la esperanza de verlo en algún momento, pero sería una mala idea, porque así podría verlo con alguna chica, pero era de esperarse, Yuuen quería una vida normal y podía tenerla, ya que había olvidado a Mitzuki, o al menos lo ocultaba muy bien, en cambio Mitzuki no podía hacer lo mismo, tenía miedo de lastimar a alguien, ya que él pensaba que Yuuen solo sería el amor de su vida, que si estaba con alguna chica o algún chico, y viese a Yuuen y este le dijiera “Te quiero, quiero que estés siempre conmigo”, no dudaría en dejar a la persona con la cual esta, pero ¿estaría dispuesto a volver a cometer el mismo error?, hace unos meses había vuelto a hablar con aquel chico mayor, hacía un año que se habían dirigido las primeras palabras luego de dos años de haber terminado su primera relación, y con eso se dieron cuenta que aún mantenían un sentimiento por el otro, sin importar con cuantas personas hayan estado en el camino, se dieron una oportunidad, pero Yuuen no había cambiado en nada, seguía siendo el mismo chico frío, infantil, pero eso es lo que amaba Mitzuki de el, pero ahora era mucho peor y Mitzuki era más maduro, ya no iba a volver a sufrir o a pasar por lo mismo, así que con el dolor de su corazón, le dio un termino a la relación, sin volver a hablar con el, hasta que un día para su cumpleaños recibió una llamada-
-Odio noviembre…- Pensó Mitzuki. Por desastres naturales, aquel adorado instituto había sido remodelado, pero sus recuerdos seguían intactos, ya que muchos lugares con los cuales estuvo con Yuuen, seguían tal cual como estaban hacía ya 3 años atrás. Aún no estaba listo para aceptar aquel cambio, inclusive había leído un libro de autoayuda, pero eso no le sirvió de mucho, seguía siendo quizás el mismo chico débil, o tal ves no, tal ves todo lo que había pasado, y gracias al chico que aún amaba, si, aún amaba a aquel chico que hace 3 años le había robado el corazón, gracias a el, era un poco más fuerte en cuanto a fuerza de voluntad, tenía o por lo menos estaba recuperando la poca dignidad que le quedaba-
-Habían pasado años ya, de aquella confesión, de aquel primer beso, de aquella relación con la cual había estado soñando muchas noches, pero ¿por qué seguía pensando en el? ¿Por qué aún le quedaban sentimientos?, los negaba una y otra vez, se odiaba a si mismo por mantener vivos aquellos sentimientos ya que le llegaban a doler más de lo que ya le dolían en su tiempo, simplemente quería quitarse el corazón, porque aquel musculo le pertenecía solamente a el. Pero fuera de eso, ¿Qué sería de su vida ahora? Le quedaba muy poco para dejar por completo aquel instituto, pero de cualquier forma iba a seguir yendo a causa de unas clases extraescolares, quizás ya no le correspondía, pero su sensei le pedía ayuda y el gustoso había aceptado, volviendo al tema, ¿Ya había pensado en una universidad?, si, quería estudiar algo, seguir adelante, ¿pero en qué?, se sentía poca en cosa en todo, de por si su autoestima ya era baja, pero desde que todo había terminado con Yuuen, ya no tenía autoestima, no sabía si iba a poder con su carrera elegida, pero algo se le vino a la mente, “Elegiste algo con la misma rama de Yuuen”, realmente no lo había pensado así, Yuuen había ingresado a la Universidad, quería ser un sensei, quería tener alumnos, quería trabajar en ese instituto, en cambio a Mitzuki le llamaba la atención la investigación, pero también ayudar a los demás tenía un sueño, pero lo veía demasiado lejos, tenía dos opciones, pero primero debía estudiar duro para llegar a esos sueños, ¿podría ser capaz de alcanzarlo? Si el no podía, nadie los alcanzaría por el. Quería entrar a la misma universidad que Yuuen, tal ves con la esperanza de verlo en algún momento, pero sería una mala idea, porque así podría verlo con alguna chica, pero era de esperarse, Yuuen quería una vida normal y podía tenerla, ya que había olvidado a Mitzuki, o al menos lo ocultaba muy bien, en cambio Mitzuki no podía hacer lo mismo, tenía miedo de lastimar a alguien, ya que él pensaba que Yuuen solo sería el amor de su vida, que si estaba con alguna chica o algún chico, y viese a Yuuen y este le dijiera “Te quiero, quiero que estés siempre conmigo”, no dudaría en dejar a la persona con la cual esta, pero ¿estaría dispuesto a volver a cometer el mismo error?, hace unos meses había vuelto a hablar con aquel chico mayor, hacía un año que se habían dirigido las primeras palabras luego de dos años de haber terminado su primera relación, y con eso se dieron cuenta que aún mantenían un sentimiento por el otro, sin importar con cuantas personas hayan estado en el camino, se dieron una oportunidad, pero Yuuen no había cambiado en nada, seguía siendo el mismo chico frío, infantil, pero eso es lo que amaba Mitzuki de el, pero ahora era mucho peor y Mitzuki era más maduro, ya no iba a volver a sufrir o a pasar por lo mismo, así que con el dolor de su corazón, le dio un termino a la relación, sin volver a hablar con el, hasta que un día para su cumpleaños recibió una llamada-
-¿Aló?-
-Feliz cumpleaños Mitzuki…-
-¿Con quién hablo?-
-Yuuen… -se escucho por el otro lado del móvil- Solo espero que la pases muy bien, cuídate.- Y así corto la llamada-
-Mitzuki, no quería aceptarlo, pero el llamado que más esperaba era de el, desde que lo conoció, el primer en decirle unas palabras era el, claro, hasta que todo termino. Aquel día internamente había estado triste, pero en la noche como una buena y educada persona le agradeció, pero Yuuen le tenía otra sorpresa, había hablado con una radio y minutos antes de terminar el día, le dedico una canción, ¿por qué hacía eso?, eso solo le dolía a Mitzuki, porque después de todo, el único enamorado aquí era el. Habían pasado tanto juntos, muchas cosas que solo en telenovelas ocurrían, Yuuen al no aceptar aún su sexualidad, había tenido una novia, mientras tenía una relación con Mitzuki, esté lo acepto, no quería separarse de la persona que amaba, su primer beso había sido con el, sus primeras palabras de amor, su primera vez con alguien, su primera relación de pareja verdadera, las primeras lágrimas al sufrir por alguien amado, todo era relacionado con Yuuen, aún guardaba como tesoros, todas esas cartas escritas de parte de el, después de todo cuando Mitzuki había conocido a Yuuen, tan solo tenía 16 años y Yuuen tenía 17, ahora Mitzuki tenía 19 años y el oro chico 20. Aquel amor era algo que no podía olvidar, aunque pasaran años sin hablar, el no podía olvidarse de su Yuuen-
-Feliz cumpleaños Mitzuki…-
-¿Con quién hablo?-
-Yuuen… -se escucho por el otro lado del móvil- Solo espero que la pases muy bien, cuídate.- Y así corto la llamada-
-Mitzuki, no quería aceptarlo, pero el llamado que más esperaba era de el, desde que lo conoció, el primer en decirle unas palabras era el, claro, hasta que todo termino. Aquel día internamente había estado triste, pero en la noche como una buena y educada persona le agradeció, pero Yuuen le tenía otra sorpresa, había hablado con una radio y minutos antes de terminar el día, le dedico una canción, ¿por qué hacía eso?, eso solo le dolía a Mitzuki, porque después de todo, el único enamorado aquí era el. Habían pasado tanto juntos, muchas cosas que solo en telenovelas ocurrían, Yuuen al no aceptar aún su sexualidad, había tenido una novia, mientras tenía una relación con Mitzuki, esté lo acepto, no quería separarse de la persona que amaba, su primer beso había sido con el, sus primeras palabras de amor, su primera vez con alguien, su primera relación de pareja verdadera, las primeras lágrimas al sufrir por alguien amado, todo era relacionado con Yuuen, aún guardaba como tesoros, todas esas cartas escritas de parte de el, después de todo cuando Mitzuki había conocido a Yuuen, tan solo tenía 16 años y Yuuen tenía 17, ahora Mitzuki tenía 19 años y el oro chico 20. Aquel amor era algo que no podía olvidar, aunque pasaran años sin hablar, el no podía olvidarse de su Yuuen-
-Que tonto eres
Mitzuki…- Se decía a si mismo mientras recordaba todo aquello. Decidió recorrer
como todos los días el instituto, mientras escucha las canciones que escuchaba
con Yuuen cuando se saltaba las clases para estar con el, recorría cada rincón,
llenándose de buenos recuerdos-
-¿Algún día podré
olvidarte?, ¿este amor tendrá su fin? –Aquellas últimas palabras se las había
dicho Yuuen una vez, ¿acaso tendría respuesta para eso?, al parecer no, pero
debía darle termino de una vez por todas a esos estúpidos sentimientos que lo
seguían atormentando, debía aceptar que Yuuen ya no pensaba en él, ya no sentía
nada por el, ¿y por qué el debía seguir haciéndolo?, era el quién debía ser
feliz, no se merecía nada de lo que le había hecho Yuuen, Mitzuki solo quería
hacerlo feliz, pero gracias al querer eso, solo había salido lastimado, no se
lo merecía-
-Algún día quemaré todas tus cartas…- Dijo decidido, no podía tener recuerdos de Yuuen, debía seguir adelante con todo, debía ser feliz y esos recuerdos y sentimientos solo lo dejaban estacado en el pasado, al cual ya no pertenecía, todo lo que alguna vez fue, había sido lindo, ahora es otro tiempo, otros años y debía terminar con todo, enfocarse a sus nuevas metas, pero… ¿Qué pasaría si dentro de esas nuevas metas, Yuuen estaba en alguna?, después de todo, en los meses en que habían vuelto, habían planeado una vida juntos, ¿todo era una mentira?. Sacudió su cabeza y apago su reproductor de música, no debía pensar en eso ahora, era la hora de entrar a clases, se sentó en el lugar de la ventana y comenzó mirarla, mientras el sensei pasaba la lista de alumnos-
-Algún día este amor terminara y ese definitivamente será mi nuevo comienzo –Dijo bajo, mientras que su compañero de lugar le acariciaba la espalda, fue un amigo que hizo después de que sus amigos habían dejado el instituto, era el único amigo real que le hacía compañía en ese lugar, y lo entendía a la perfección, habían sufrido por algo similar. Mitzuki le sonrió, sabía que quizás no podría olvidar nunca a Yuuen, después de todo, desde que lo conoció lo considero como su único amor, pero si podría superarlo y aquel día lo gritaría a los 4 vientos y será el fin de esta historia, de esta historia de un amor no correspondido.
-Algún día quemaré todas tus cartas…- Dijo decidido, no podía tener recuerdos de Yuuen, debía seguir adelante con todo, debía ser feliz y esos recuerdos y sentimientos solo lo dejaban estacado en el pasado, al cual ya no pertenecía, todo lo que alguna vez fue, había sido lindo, ahora es otro tiempo, otros años y debía terminar con todo, enfocarse a sus nuevas metas, pero… ¿Qué pasaría si dentro de esas nuevas metas, Yuuen estaba en alguna?, después de todo, en los meses en que habían vuelto, habían planeado una vida juntos, ¿todo era una mentira?. Sacudió su cabeza y apago su reproductor de música, no debía pensar en eso ahora, era la hora de entrar a clases, se sentó en el lugar de la ventana y comenzó mirarla, mientras el sensei pasaba la lista de alumnos-
-Algún día este amor terminara y ese definitivamente será mi nuevo comienzo –Dijo bajo, mientras que su compañero de lugar le acariciaba la espalda, fue un amigo que hizo después de que sus amigos habían dejado el instituto, era el único amigo real que le hacía compañía en ese lugar, y lo entendía a la perfección, habían sufrido por algo similar. Mitzuki le sonrió, sabía que quizás no podría olvidar nunca a Yuuen, después de todo, desde que lo conoció lo considero como su único amor, pero si podría superarlo y aquel día lo gritaría a los 4 vientos y será el fin de esta historia, de esta historia de un amor no correspondido.
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